Blogueros con el Papa
Posted: 31 Jul 2013 08:36 AM PDT
Sea cual sea el contenido que desde San Ignacio de Antioquia se haya venido dando al titulo de Vicario de Cristo, hablemos del Servus Servorum Dei, Sucesor del Apóstol Pedro, Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, Primado de Italia, Arzobispo Metropolitano de Roma, Sumo Pontífice de la Iglesia Universal etc, cada uno con sus connotaciones teológicas y jurídicas, yo ayer, la verdad, estuve viendo al Papa por la tele y tan feliz; me refiero a que tan feliz yo, y el Papa no digamos, o eso parecía.
Para alguien acostumbrado a besar las manos de los sacerdotes como signo de respeto-agradecimiento-admiración por esas manos que consagran el Pan y perdonan los pecados en Su nombre (eh, y que sigan "temblando" aquellos a los que no les gusta porque seguiré con la misma costumbre); para un individuo que pasa de largo los cuarenta; para un hijo de la "Vieja" Europa, educado en una familia liberal de arraigadas tradiciones y fe, y en un colegio religioso imbuido de lo que había sido lo que ahora llaman "nacional catolicismo", lo de ayer podía haber parecido como de otro planeta. Sin embargo, bajo la Luz de mi fe, con el corazón abierto, tras el tamiz de la inteligencia y gracias al poso enriquecedor de mi educación y pasado histórico, uno tiene la sensibilidad suficiente como para discernir, como para eliminar prejuicios y dejarse llenar por la Luz, cuando la Luz es tal, como para diferenciar protagonismos de "saltimbanquis" de aquello que realmente es la Verdad de la Luz (y tan actor teatral puede ser un "saltimbanqui" como un envarado virtuoso de la liturgia). El caso es que me encantó lo que vi.
Cada persona es como es, tiene su propio origen, su pasado, su expresividad, sus gestos, sus gustos y preferencias, su manera de ser. Y el Papa no va a ser menos, que es un hombre como otro cualquiera, elegido por el Espíritu Santo para su función, pero hombre como otro cualquiera. Cuando esas características personales se ponen al servicio de la Palabra que anuncia, entonces brilla la Luz. Y por su propia personalidad y manera de comunicar parece que todo lo que dice es nuevo, distinto, diferente. Decirlo igual entre los pobres o ante los poderosos, decirlo andando entre la gente, es lo que lo hace diferente; ese "como de andar por casa" es lo que le hace diferente y atractivo. Su discurso social y transcendente, su claridad para todos y en todo lo que dice, su maravillosa y necesaria insistencia en que la Iglesia NO es una ONG, en no licuar la fe en Cristo... ¡ME ENCANTA! Claridad de discurso y valentía, tanto en Lampedusa, como defendiendo la Vida allí donde otros ven justificadoras circunstancias atenuantes: al pan, pan y al vino, vino. Me entusiasma su cariz humano y social que por humano y social es tan divino.
Lo de anoche a muchos pudo parecerles "raro", depende de lo que vieran. Y yo vi Amor. A un señor vestido de blanco irradiando fe y Amor, levantándose a abrazar, a un gentío espectacular irradiando fe y Amor. Tanto como lo vi en la JMJ de Madrid, en otro continente y con otros jóvenes. Vi lo mismo. Vi al sucesor de Pedro. Estuvo en Madrid y está en Río.
Cómo arrastre el Papa a las almas a Cristo, cómo haga que se enamoren de Cristo (porque arrastra y enamora) es una maravilla en sí mismo. Veo ternura hasta cuando es duro. Porque es su fe lo que veo, es el anuncio explícito de la Buena Noticia de Jesucristo lo que veo; y es contundente en la llaneza. Porque eso es lo que veo, aplaudo sus modos. No me quedo en la persona.
Me apena leer comentarios de buena gente con críticas hacia modos y gestos sinceros, tanto como me apenan adhesiones simplemente a los modos y los gestos. No es eso, por ahí no. Si mi vida se quedara en 140 caracteres en Twitter, en unas cuantas frases hilvanadas en un blog y nada más, yo mismo sería un "saltimbanqui" (y cuando digo saltimbanqui es un cierto pensamiento de San Alfonso lo que tengo en la cabeza) del teclado, un charlatán, un trilero de ideas y palabras. Si mi vida no es Vida, nada valgo; si mi vida no es Vida, es estéril; si mi vida no se deja transformar por el Redentor, no es Vida. Si mi vida no es un reflejo nítido de Aquello en lo que creo… ¿será que no creo?
Si nos quedamos solamente en los gestos podremos ajustarnos las filacterias o autoerigirnos en adalides de la progresía, según sean los sesgos de cada uno; eso ni es ni genera Vida. Y lo que no genera Vida lleva al vacío, a la nada.
Me da igual el titulo que le demos; yo me quedo con el Papa, que estos días abraza como el Redentor desde Corcovado; porque es con el Redentor con quien me quedo.
Posted: 31 Jul 2013 08:36 AM PDT
Cada miércoles, día dedicado a la memoria y al amor al gloriosísimo y santísimo San José, un recuerdo especial suyo como homenaje al Papa Francisco por el amor y devoción que tiene al glorioso Patriarca, como lo demuestra especialmente, amén de otras muchas manifestaciones, por la homilía pronunciada en el día de su toma de posesión del ministerio cetrino el 19 de marzo, fiesta de San José. Y últimamente haciendo que su nombre sea pronunciado inmediatamente después de la Virgen María en las plegarias eucarísticas II, III, IV de la Misa. Esto supone una inmensa glorificación para San José y, pienso, un buen medio para propagar la devoción al glorioso Patriarca.
Siento un rechazo y un dolor cuando leo que San José en la prueba a la que le sometió el Señor con el descubrimiento del embarazo inesperado de su esposa María, decidió, determinó resolvió abandonarla en secreto. San José no decidió nada El último en afirmarlo es el Cardenal Cañizares. Con ocasión de la promulgación del Decreto de la Congregación para el culto divino, de la que es Prefecto, en el que se manda que se introduzca el nombre de San José inmediatamente después del de María en las plegarias eucarísticas II, III, IV, publica un artículo extenso y muy laudatorio para San José en el Osservatore romano y en él afirma: "El evangelista Mateo subraya precisamente que, como era justo, no quería repudiarla y por lo tanto resolvió despedirla en secreto". El mismo Cardenal dice a continuación que "la intervención divina en su vida no podía menos que turbar su corazón, sumido en la oscuridad de la noche y de la falta de luz en esos momentos" y ¿cómo un corazón sumido en la oscuridad y falta de luz puede tomar una determinación de esa índole? ¿no sería una imprudencia? ¿No sería mejor dejarlo a la providencia divina en la que él confiaba enteramente? Y esto creo que es lo que afirma el evangelista que San José ebouleze, quiso, le vino el deseo, entre las varias cosas que se revolvían en su interior, de abandonar en secreto a su esposa María. Y estando pensando estas cosas, significa que no ha tomado ninguna determinación, sino que esta esperando un solución a esta situación angustiosa. Como dice el B. Juan Pablo II "no sabía como comportarse ante la sorprendente maternidad de María. Ciertamente buscaba una respuesta a esta inquietante pregunta, pero, sobre todo, buscaba una salida a aquella situación tan difícil para él" (RC 3).
San José, como justo que era, se ha confiado totalmente a Dios. Sabe que el Señor no abandona a los suyos en tiempo de prueba y dificultad y que al que confía en él le libra de sus angustias. Y así se hizo. Mientras pensaba estas cosas vino el ángel del Señor a dar salida a esta situación difícil que le angustiaba.
San José no tomó ninguna determinación, pues tomar determinaciones, resoluciones en situaciones en las que falta la luz no deja de ser una imprudencia, una falta de sensatez y buen juicio y San José era santísimo, perfectísimo en todas las virtudes y no cabía en él una imprudencia y un proceder de este género Decir que San José tomó una determinación en esa situación es echarle un borrón. San José sólo pensaba, cavilaba en qué hacer y entre esos pensamientos le vino el deseo de abandonarla en secreto, pero no pasó del pensamiento. Y este pensamiento le causaba un dolor terrible. Como dice San Juan de Ávila. "le tenía el corazón tan hecho una cosa con ella, que haberla de dejar era arrancarle las entrañas y partirle el corazón" Y así andaba lleno de dolor dentro de sí. Todo agudizaba la noche oscura que estaba pasando.
Y estando pensando estas cosas, viene le ángel del Señor y le da la solución: Lo que tienes que hacer es tomar a María tu mujer en tu casa, porque lo que hay en ella es del Espíritu Santo. Y José apenas despertó del sueño la tomó en su casa, celebrando el último acto de la boda. Con las palabras del ángel Dios le llamaba a este amor. "Este hombre justo que en el espíritu de la más noble tradición del pueblo escogido amaba a la Virgen de Nazaret y se había unido a ella con amor esponsal, es llamado de nuevo a este amor" (RC 19)
You are subscribed to email updates from Asociación "Blogueros con el Papa"
To stop receiving these emails, you may unsubscribe now.
Email delivery powered by Google
Google Inc., 20 West Kinzie, Chicago IL USA 60610
Nenhum comentário:
Postar um comentário
Postcommunio Súmpsimus. Dómine, sacridona mystérii, humíliter deprécantes, ut, quae in tui commemoratiónem nos fácere praecepísti, in nostrae profíciant infirmitátis auxílium: Qui vivis.
"RECUAR DIANTE DO INIMIGO, OU CALAR-SE QUANDO DE TODA PARTE SE ERGUE TANTO ALARIDO CONTRA A VERDADE, É PRÓPRIO DE HOMEM COVARDE OU DE QUEM VACILA NO FUNDAMENTO DE SUA CRENÇA. QUALQUER DESTAS COISAS É VERGONHOSA EM SI; É INJURIOSA A DEUS; É INCOMPATÍVEL COM A SALVAÇÃO TANTO DOS INDIVÍDUOS, COMO DA SOCIEDADE, E SÓ É VANTAJOSA AOS INIMIGOS DA FÉ, PORQUE NADA ESTIMULA TANTO A AUDÁCIA DOS MAUS, COMO A PUSILANIMIDADE DOS BONS" –
[PAPA LEÃO XIII , ENCÍCLICA SAPIENTIAE CHRISTIANAE , DE 10 DE JANEIRO DE 1890]